Purple Kush auto x3

Buddha Purple Kusk, la variedad de cannabis morado

Buddha Purple Kush auto es una variedad de cannabis  autofloreciente índica que ha ganado popularidad entre los entusiastas del cultivo de marihuana indica debido a su color púrpura vibrante y sus efectos profundamente relajantes. Esta cepa, con una fuerte herencia Kush, es conocida por producir flores densas y resinosas que destacan por su tonalidad morada, de ahí que también se le conozca como una variedad de marihuana morada. Este color distintivo no solo es visualmente atractivo, sino que también es un indicativo de los altos niveles de antocianinas, pigmentos que se desarrollan en ciertas cepas cuando son expuestas a bajas temperaturas durante el cultivo.

Al ser una cepa de marihuana indica, Buddha Purple Kush auto ofrece efectos típicos de este tipo de genética, caracterizados por una intensa relajación física, lo que la hace ideal para quienes buscan aliviar el dolor, el estrés o combatir el insomnio. Esta variedad tiene niveles de THC moderados, lo que la convierte en una opción adecuada tanto para principiantes como para usuarios experimentados que prefieren evitar efectos demasiado abrumadores.

En cuanto al cultivo, esta variedad es apreciada por su resistencia y adaptabilidad. Las semillas de marihuana indica de Buddha Purple Kush auto son fáciles de cultivar y se adaptan bien tanto en entornos de cultivo interior como exterior, siendo recomendada especialmente para cultivadores que buscan cepas productivas y de rápido crecimiento. Gracias a su estructura compacta y robusta, propia de las plantas índicas, es perfecta para quienes disponen de espacios reducidos o prefieren un ciclo de cultivo más rápido.

El sabor y aroma de esta marihuana morada es otra de sus grandes virtudes, presentando matices terrosos, afrutados y dulces que son muy apreciados por los consumidores. En resumen, Buddha Purple Kush auto es una excelente opción tanto para el cultivo como para el consumo recreativo o medicinal.

¿Por qué hay cannabis morado?

Las variedades moradas de cannabis, como Buddha Purple Kush y otras cepas de marihuana morada, obtienen su característico color gracias a la presencia de antocianinas, un tipo de pigmento flavonoide que también está presente en otras plantas y alimentos, como las uvas, arándanos y flores. Las antocianinas pueden variar en color, desde el rojo hasta el azul o morado, dependiendo de factores como el pH y las condiciones de crecimiento de la planta.

La razón principal por la que algunas cepas de cannabis desarrollan colores púrpuras está relacionada con la genética de la planta y su exposición a ciertos factores ambientales. Las variedades moradas suelen tener una predisposición genética a producir mayores cantidades de antocianinas, lo que las hace más propensas a exhibir colores fuera del rango verde habitual.

Uno de los factores clave que estimulan la aparición de estos colores es la temperatura. Cuando las plantas de cannabis se exponen a temperaturas frías, especialmente durante la fase final de floración, la producción de clorofila (el pigmento verde dominante) disminuye, lo que permite que otros pigmentos, como las antocianinas, se vuelvan más visibles. Este proceso es similar al que ocurre en los árboles de hoja caduca en otoño, cuando las hojas verdes cambian de color a rojo, naranja o púrpura.

Sin embargo, el color morado no influye directamente en la potencia o los efectos de la planta, aunque muchas personas asocian estas variedades con perfiles de sabor y aroma específicos. Por lo tanto, aunque el aspecto de la marihuana morada es visualmente atractivo, sus propiedades psicoactivas y medicinales dependen principalmente de los niveles de cannabinoides y terpenos, no del color en sí.